Cuatro tipos, situados en una bodega abandonada. De un lado, el tipo bueno, hacía una entrega del CD que contenía información del futuro.
Este CD contenía información que nadie puede saberlo, solo a quién el destino haya decidido revelarlo estaba permitido saberlo.
El tipo bueno llevaba el último. El tipo malo, habitante de las bodegas, hacía un pacto con el lado bueno y ofrecía algo valioso a cambio de que el bueno demostrara el significado del CD.
Para probarlos, el malo, había minado la bodega con explosivos, Bajo su propio riesgo, debía saberse solo a través del CD del futuro la ubicación de esas minas.
El bueno acercó el CD del futuro, junto con otros dos CD's más. Uno de los empleados del malo, de aproximadamente 35 años, estaba vestido con una campera de cuero negro.
Cuando este acamperado acercaba la mano al CD del futuro, el destino había tomado ya su proximo visionario. Fijándose las miradas, el Cd del futuro comenzó a revelar a uno de los malos las obras del jefe.
Mientras este descubría los poderes del CD, el jefe miró con recelo y gritando pidió explicaciones de lo que pasaba. Sin embargo asustado y perplejo, por el futuro que se acercaba, por su mente pasó la imagen de la bodega y podia ver claramente la ubicación de esa mina que estaba a punto de estallar.
La bodega estalló.
Nuevamente el bueno, con uno de los malos, se veian a menos de 5 metros, casi enfrentados en el mismo carril de una avenida, junto con otros vehículos.
Ambos tenían un CD entre ruedas. Si, para probar que cada uno estaba más seguro que el otro era quien tenía el CD del futuro, ambos pusieron el CD casi bajo las ruedas de sus motocicletas.
Al pasar a rojo el semáforo terminaba con la información de cada CD
Ambos avanzaron, destruyéndose la información (supuesta) de los CD's. De todos modos, el bueno avanzándose sobre el otro, trataba de sacar el CD original, puesto que era un CD cualquiera el sacrificado por el bueno, aunque a la fuerza y aprovechando la caida del malo, logró conseguir el original.
El CD original del futuro, tenía color azulado, más o menos lila, por lo cual, en el duelo, el bueno se había dado cuenta que el CD debajo de la rueda del malo no era el original.